sábado, 28 de enero de 2012

Para empezar con Tolstoi...




Con los ojos abiertos como platos, paseo entre estanterías de la biblioteca municipal, dejando que, al menos en un libro, sea el azar quien me inspire su elección,... veamos , la R, la S, la T, TO, Tosltoi, vaya!, me suena y mucho, Guerra y Paz, un peso pesado,  Anna Karénina, uf! otro mes será..elegiré uno de tamaño medio... para empezar con León, El reino de Dios está en Vosotros (1884):

El principio de la no violencia extraído de las enseñanzas que Cristo en el conocido Sermón de la Montaña, según Tolstoi, es la auténtica base del cristianismo, pervertido por las diferentes Iglesias durante estos 2.000 años para tratar de compatibilizar las enseñanzas de Jesús de Nazaret con el trinomio violencia-religión-poder del cual se han servido para sobrevivir de manera holgada todo este tiempo.

Libro que influyó notablemente en el pensamiento de Ghandi a la hora de emplear la resistencia pasiva en su lucha por la independencia de la India.





Fragmento extraído de la biblia del Sermón de la Montaña de Jesús de Nazaret.

Sobre los juramentos
33 »Además habéis oído que fue dicho a los antiguos: “No jurarás en falso, sino cumplirás al Señor tus juramentos.” 34Pero yo os digo: No juréis de ninguna manera: ni por el cielo, porque es el trono de Dios; 35 ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. 36 Ni por tu cabeza jurarás, porque no puedes hacer blanco o negro un solo cabello. 37 Pero sea vuestro hablar: “Sí, sí” o “No, no” porque lo que es más de esto, de mal procede.

Sobre la venganza
38 »Oísteis que fue dicho: “Ojo por ojo y diente por diente.” 39Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; 40 al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa; 41 a cualquiera que te obligue a llevar carga por una milla, ve con él dos. 42 Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo niegues.

Sobre el amor a los enemigos
43 »Oísteis que fue dicho: “Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo.” 44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os odian y orad por los que os ultrajan y os persiguen, 45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos y llover sobre justos e injustos. 46 Si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? 47 Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? 48 Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.




Palabras tan sencillas y claras como imposibles moralmente de superar, no necesitan de intérpretes ni ministros de su verdad, ni templos que las resguarden del temporal, ni Estados que las defiendan con crueldad, ni gobiernos que legislen cómo nos hemos de comportar. Pues s
on éllas en sí mismas, la máxima  Virtud, Valentía y Bondad.

¿Alguien  se atreve a llenar su corazón con este amor y no someterse a más leyes violentas que las inspiradas por su verdad y sentir en su rostro, aunque sólo sea por unos minutos, la caída libre de la más pura libertad, justo antes de ser despeñado y devorado por las hienas de la gran ciudad?

¿Alguien se atreve, a ser el segundo en probar?




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